"Si no puedes tener la razón y la fuerza, escoge siempre la razón y deja que el enemigo tenga la fuerza. En muchos combates puede la fuerza obtener la victoria, pero en la lucha toda sólo la razón vence. El poderoso nunca podrá sacar razón de su fuerza, pero nosotros siempre podremos obtener fuerza de la razón".



El Viejo Antonio




jueves, 21 de febrero de 2013

Marea Ciudadana

Participa en la Marea Ciudadana del 23 de Febrero de 2013.


viernes, 1 de febrero de 2013

Paz es Dignidad

Artículo aparecido en el blog ManuelRestrepoUPTC



Paz es También Dignidad

Manuel Humberto Restrepo Domínguez

No se puede jugar a la guerra y poner quejas cuando la muerte aparece contra quienes la juegan, cuando la muerte viene lo mejor para derrotarla, lo viable y necesario es acabar la guerra, es desactivar su maquinaria, abrirle espacio a la paz es cerrarle el paso a la muerte. No se puede jugar a la guerra con las cartas de la muerte marcadas a favor y anunciar la paz para esquivar las miradas que miran a los que disparan. No se puede seguir jugando a la guerra con balas de verdad y seguir ocultando el desastre y la vergüenza con el doble discurso de la mano tendida y el pulso firme. Es claro para los excluidos, los marginados, los empobrecidos, los silenciados, los desarmados y ahora los armados que es la hora de la paz en Colombia. Hay coincidencias de que no es una paz a cualquier precio, no al precio de propiciar beneficios políticos a unos y rentas a los otros y en cambio de silenciar a los demás. Las cinco décadas de guerra parecen suficientes para que los mayores, los que ponen reglas, orientan discusiones, gobiernan y representan a los que tienen un inclaudicable espíritu de guerra que entiendan que los jóvenes y la niñez no pueden seguir esperando eternamente que cambie el camino de obstáculos que les impide vivir en presente y les elimina el futuro.

                                             En 2012 Colombia alcanzó el puesto 144 entre 158 países sobre los que se aplicó el Índice de Paz Global de las Naciones Unidas. Las tablas marcan a un país en rojo en máxima alerta de inviabilidad, que comparte posiciones con  Chad, Libia, Siria, Somalia y Afganistán de los que la prensa oficial no cesa de informar y mantener vivas las imágenes de la muerte. Los noticieros registran aviones bombardeando, tropas disparando, estelas de humo en todas partes, cuerpos arrastrándose. De Colombia en cambio escasamente se sabe en presente de cifras parciales, de tropas con corazones pintados y alentados por la fe en una causa interminable, difusa, que pocos entienden que no es otra cosa que asesinar con eficacia, destruir para llegar a la victoria.